lunes, 5 de octubre de 2015

A la sombra de una leyenda del Pulp patrio




La sensación de formar parte de algo, de una historia, de una tradición, de un oficio que, por extinto que parezca, sigue ahí gracias al entusiasmo y al tesón de los pocos que lo cultivan y de los –a veces menos aún- que benefician del mismo. 

Esa sensación. ¿La conocen?

Éste nunca fue un país de lectores, pero si un instrumento casi consigue lo contrario es el bolsilibro, el formato barato, POPular y llevable que alfabetizó una España sumida en los lodos de la peor y más grisácea inmundicia cultural.

Los bolsilibros de editoriales como Bruguera o Aymà fueron la vía de escape, la ventana a otros mundos, el motor de la imaginación de muchas lectoras y lectores quienes, quizás, nunca trascendieron ni el formato, ni sus autores, ni sus temáticas (oeste, terror, policíaca, erótica, amor, ciencia ficción…), pero sí pudieron gozar del placer de leer gracias a un puñado de contadores de historias a los que este país, siempre tan atento al aporte de toreros, futbolistas, pedorras y cocainómanos catódicos, siempre ignoró.

Y eso que cualquier bestseller patrio de hoy en día palidece ante las cifras de venta que gente como Frank Caudett, Marcial Lafuente o Curtis Garland cosechaban con libros deshornados cada pocos días, siempre con nuevas historias para saciar la voracidad de centenares de miles de lectores deseosos de vivir aventuras a través de los ojos.

De ahí el susodicho placer de sentir esa sensación de pertenencia a un arte que se resiste a la extinción, al sabernos a Guillermo Román (la mente inquieta detrás del ambicioso proyecto de “A Duro”) y a mí mismo este jueves 8 de octubre en la biblioteca La Bòbila de L’Hospitalet (Pl. de La Bòbila, 1), a la sombra del legendario Frank Caudett, en una amena mesa redonda programada para las 19h30, y que versará –como no podía ser de otra manera- sobre pulp fiction made in Spain.


Más información en el consabido EVENTO del Caralibro.

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